lunes, 18 de diciembre de 2006

"-Mamá, mamá, en el colegio me llaman Capello...

...-¿y tú que haces hijo?
-Defenderme."


Claro, el niño se defiende. Pero en una bronca entre niños, defenderse significa atacar al otro. Capello no. Fabio se cubre con los antebrazos, como si de un boxeador se tratase durante todo el combate. Pero siempre atento y concentrado, porque cualquier despiste del rival le proporcionará la impagable oportunidad de golpear fuerte, certero y preciso. Dependiendo de como reciba el golpe el contrario, podrá ganar el combate en ese momento o tener que volver a cubrirse para contragolpear en otro momento. Ese es el Método Capellista.

Y ese es el Madrid, un aguerrido boxeador, una roca inamovible que recibe todos los golpes necesarios para que, en cuanto baje la guardia el equipo contrario, montar un contrataque certero y rápido que, si acaba en gol, destroza al rival.

Español 0-1 Real Madrid, gol de Van Nistelrooy. 49 minutos duró el equipo blanquiazul hasta que, en una bajada de tensión, el holandés golpeó con un gancho en la barbilla de Kameni, dejándole K.O.

Una vez más "La Roca" sale vencedora de un nuevo combate. Alí y Foreman estarían orgullosos de su nuevo discípulo: Fabio "Balboa" Capello.

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